Aunque es ilegal publicar reseñas falsas en línea, existe una gran industria que ayuda a las empresas a hacerlo. Las empresas que quieren parecer más creíbles pueden comprar reseñas falsas, o escribir las suyas propias, para aumentar sus calificaciones y atraer a los clientes con respaldos falsos.
Si bien los sitios web que alojan reseñas, como Google Maps y Amazon, dicen que eliminan millones de publicaciones ofensivas, los expertos dicen que el problema ha demostrado ser obstinadamente persistente.
La Comisión Federal de Comercio está explorando nuevas reglas que podrían abordar el trabajo de auditoría fraudulento. Al New York Times le gustaría saber de los lectores que pueden haber encontrado reseñas falsas en línea, especialmente si conducen a una compra que no cumplió con las expectativas.
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